Los trabajadores de un taller de mecánica automotriz ubicado atrás de la comunidad La Paz I, de San Salvador, alertaron a Juan Calles acerca de un perrito atrapado en la quebrada La Mascota, que no encontraba el camino para regresar a su casa en esa comunidad.
Inmediatamente, un equipo de este medio se trasladó hacia la zona junto a siete elementos de Comandos de Salvamento para realizar el rescate.
Al llegar al destino trazado, el único camino para llegar hasta donde estaba el perrito era saltándose el cerco de la comunidad.
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Tres familias solicitan ayuda para la construcción de un muro de contención antes que las lluvias lleven sus viviendas a parar en el río.
El camino era complicado, pero Henry Bonilla, rescatista de Comandos, se puso su arnés y usando una cuerda inició su descenso a la quebrada.
“Al llegar al lugar donde estaba el cachorrito se escondió en el interior de la bóveda y comenzó a ladrar, pero al escuchar mi voz y sentir mis caricias perdió el miedo y salió en mis brazos”, relató el rescatista.
Finalmente, los demás elementos de Comandos de Salvamento sacaron a su compañero del río, el perrito se mostraba debilitado, nervioso y sorprendido por haber estado atrapado varios días.
Al ingresar nuevamente a la comunidad, una de las residentes de la zona lo llamó por Golán, a lo que respondió moviendo la cola. La dueña había aparecido. El perrito, al que le buscaría un hogar, terminó en la casa de la que no debía haber salido.
“Ya estaba desesperada por él, se me había escapado desde el 2 de mayo, llamé al 911, pero nadie me ayudaba”.
Edelmira Ramos, dueña del can.